martes, 19 de enero de 2010

Cinco Consejos Prácticos Para Reir Más

Por Camilo Suárez

1. Intenta hacer pequeñas bromas sobre ti mismo en reuniones públicas. Procura que sean sobre tus imperfecciones más destacadas. Aprenderás a sentirte cómodo con lo más feo que lleves puesto, y tendrás un chiste inconcuso bajo tu manga por siempre.

2. Con la misma fuerza con que te burles de tus defectos, hazlo con los de los demás. No pienses en los estúpidos juicios morales que puedan hacer otros, ya sabes, los hay de toda clase; sólo hazlo y conseguirás reirte a mandíbula batiente con más frecuencia. Recuerda que tu conciencia sonríe cuando otros los hacen por ti.

3. Nunca te aguantes un peo en frente de un buen amigo a quien sepas que le importunan. Esto implica hacerlo aun estando adentro de un medio de transporte público, salones de clase, ascensores, misas y/o entierros. (Si tienes un compadre que, pese a las bravuras, te los ha aguantado durante toda tu vida, y él se va al cielo primero que tú, no dudes en tirarte un buen peo en su funeral, harás el milagro de compartir junto a él, al fín, una buena carcajada en gracia de esta causa).

4. Si eres de aquellos que no puede mantener una conversación con una persona que no ofrezca material existencial; en primer lugar, contrata un fisioterapeuta que te desenrede los nudos de tu espalda. Una vez surtas este procedimiento, piensa en un lugar de vasta afluencia de gente a donde puedas ir con alguien a quien le aburran tus acostumbrados temas de discusión. Observa a la gente ir y venir, no apliques conceptos de economía social ni antropología filosófica, siente y expresa tus más oscuros deseos sexuales sobre aquellos que encuentres atractivos. No conseguirás reírte de lo que dices, sino de los gestos del rostro de tu compañero.

5. Baila salsa sin dar tregua. Al día siguiente, en tu rostro, tendrás dibujada la risa fresca de la plenitud.